Los clientes suelen no tener claro si la forma de apriete más adecuada en su caso concreto es mediante la aplicación de par o tensión. El apriete y la carga residual correcta del perno para mantener una integridad aceptable se pueden conseguir con ambas técnicas. Sin embargo, los dos métodos son muy diferentes y deben tenerse en cuenta varios factores antes de decidir cuál es la opción más apropiada.
La relación entre par de apriete y torque debe estudiarse con precaución, ya que es muy difícil indicar el rango de condiciones que experimentará una dispositivo de fijación.
Los pernos están diseñados para estirarse solo un poco y este estiramiento es lo que hace que la junta permanezca unida. La elasticidad del material utilizado en la fabricación del perno hace que quiera volver a su estado original sin elongación. Esta tensión inherente del perno genera la fuerza de sujeción y, junto a la fricción de su rosca, evita que se suelte. Garantizar una adecuada fuerza de sujeción y su mantenimiento contribuye a garantizar que se genere suficiente tensión de resorte en el perno mientras se aprieta. Tanto las llaves dinamométricas como los tensionadores de pernos actúan para crear esta tensión de resorte al estirar el perno. Sin embargo, utilizan diferentes medios para lograrlo.
Llamamos par a simplemente la medida de la fuerza de torsión necesaria para girar la tuerca a lo largo de la rosca de un perno, mientras que llamamos tensión al estiramiento o alargamiento de un perno que es lo que genera la fuerza de sujeción de una junta.
El par es una indicación muy indirecta de la tensión, ya que muchos factores pueden influir en esta relación, como por ejemplo la rugosidad de la superficie, la oxidación, el aceite, la suciedad, el tipo de rosca y el tipo de material, entre otros.
Las llaves dinamométricas provocan esta tensión a través de la cantidad de fuerza de torsión que aplican al perno. Cuando se aplica la fuerza, la rosca une la cara de la tuerca y la cabeza del perno, estirando el perno y creando la fuerza de sujeción. Esta es la forma más común de suministrar carga a un perno. Los factores que deben tomarse en cuenta antes de utilizar una llave dinamométrica hidráulica con este fin son:
- El acabado utilizado en los pernos
- Si se utilizan o no arandelas planas
- El número de veces que se ha utilizado el perno
- La limpieza del perno
- Si se ha aplicado o no lubricante a la rosca y caras de la tuerca
El tensionado de los pernos actúa precargando el perno, estirándolo antes de apretar la tuerca. El tensionador se sujeta a la rosca del perno y empuja contra la brida en la superficie en la que se aplica el perno. Así se consigue un estiramiento muy consistente del perno y la fuerza de sujeción.
El inconveniente de los tensionadores de pernos es que deben seleccionarse específicamente para cada aplicación. Deben recopilarse y tenerse en cuenta muchos más datos para seleccionar un tensionador, por ejemplo:
- Diámetro del perno
- Longitud de la protuberancia roscada
- Tamaño de la tuerca
- Grosor y diámetro de la arandela
- Grado del perno
- Requisitos de carga del perno
Una vez determinados todos estos datos, ¿cuál es el método más adecuado?
La decisión de usar par o tensión se debe tomar dependiendo de las necesidades de operación y del presupuesto. Si la decisión entre par o tensión se basa exclusivamente en el presupuesto, independientemente de las necesidades de operación, la reparación de cualquier problema que surja en la brida posteriormente puede hacer que el presupuesto crezca en grandes proporciones para su reparación.
Es necesario comprender sus necesidades. Si sus aplicaciones requieren del apriete de muchos pernos, utilizar para ello una llave dinamométrica de gran calidad es una buena opción. Sin embargo, si se trata de un caso de recorrido crítico y necesita resultados precisos y carga en los pernos homogénea, merece la pena optar por el tensionado pese al posible coste adicional.
Ambas gamas de herramientas tienen sus ventajas y sus desventajas y es importante utilizar el método recomendado por el fabricante.